20 al 25 de febrero, 2020
Este itinerario por algunas de las huellas de la memoria de Juan Hernández Herrerías sigue un trazado inverso al tiempo histórico real. Otro pretexto más para añadir, complementar y compartir un puñado de historias de gente común, fraternales e imprescindibles para recomponer el tejido de nuestra memoria colectiva.
La memoria antifascista de los años 30 y 40 en Europa hoy tan ninguneada, tal como señala el Manifiesto del Fossar de la Pedrera de 16 de febrero de 2020 (al final de este texto), frente al auge de la ultraderecha y el revisionismo actual, requiere de una ciudadanía activa porque “todavía es fértil el vientre que engendró la bestia”, como nos anunciaba Bertolt Brecht.
Utiel es el primer campo de prisioneros donde estuvo Juan, también nuestra primera visita en este recorrido sentimental. El cambio climático acelera la primavera como delatan las flores de los almendros. Muy distinto de aquel año de 1939 bajando de las sierras turolenses, derrotados y camino del exilio o de la cárcel. Afirma Carlos Hernández de Miguel en Los campos de concentración de Franco, que el campo de prisioneros se ubicó en la plaza de toros, y que llegó a reunir a más de 6.000 prisioneros (página 32). Este dato de la plaza de toros no lo conocíamos al publicar su biografía el año pasado, sí la existencia del campo donde el 5 de abril se contabilizan 6.574 militares presos. Ahora nos enamoramos de una imagen muy familiar en nuestra infancia (encalar) y de las bodegas subterráneas de la calle Puerta Nueva, uno de sus signos de identidad de una densa red de galerías.
Llegamos a Tarancón a tiempo para asistir a la presentación del documental Lo perdido donde Santiago Solera recupera la historia de su tía abuela Regina. Un carné fechado en 1937, con 18 años escasos, le acreditaba como enfermera del Hospital de las Brigadas Internacionales, y es el nexo de conexión de esta historia rescatada por Santiago y Raül Solera y Jorge del Río. Marchó a Madrid tras la guerra huyendo de la represión por su militancia comunista y allí conocería a José. (Ver enlaces al final de este artículo). Tal vez Juan Hernández y Regina se conocieron en los hospitales de Tarancón en la primavera y verano de 1937. Nunca lo sabremos. Pero emociona compartir estas jornadas con los descendientes de un tiempo apasionante y unas personas con voz propia, la de una enfermera taranconera de 18 años, en el caso del madrileño Santiago, y la de un herido almeriense en el Jarama de 26, en el caso de la catalana Consol. De algo si estamos seguros, Regina y Juan compartían sueños y aspiraban a un futuro mejor, ambos comprometidos en la militancia comunista.
Desde el año 2012 se celebra en Tarancón el acto de homenaje a los escoceses caídos en la batalla del Jarama. Consol y yo tuvimos ocasión de visitar su tumba en el cementerio un mes de junio de 2018. Hoy, viernes 21 de febrero, es un día muy especial. Es la novena conmemoración. Lo hacemos formando parte de una fraternal y diversa representación. En primer lugar, las personas de la ARMH de Cuenca, con Máximo Molina como presidente, activista incansable y aglutinador de este tejido intergeneracional (ahora ya bisnietos, bisnietas, nietos y nietas, hijos e hijas), de memorias resistentes frente al olvido y los fascismos emergentes. El acto está presidido por Mike Arnott, representante en Escocia de la Brigada Internacional del Batallón Británico, y Almudena Cros Presidenta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), con profusión de banderas republicanas con el símbolo de las BI, ofrendas de flores y el canto universal de La Internacional. También están presentes delegaciones de canadienses como Pamela Vivian y su hermano James (Brigada Mackenzie-Papineau), italianos como Luigi Enrico Riva (Brigada Garibaldi), entre otras representaciones. Asisten familiares de Avelino Gómez Morillas, fusilado en la tapia del cementerio en 1939. También la bisnieta y la hija de Dositeo Moreno Barrios, asesinado en Mauthausen en 1942, con apenas 31 años, afiliado a las Juventudes Socialistas Unificadas. Homenaje a los republicanos españoles que murieron durante la guerra y en la contienda en Europa contra el nazismo, así como a las personas heridas hospitalizadas en Tarancón.
A continuación, Máximo Molina nos hace de guía por la ruta de la memoria de Tarancón. Lugares de abastecimiento, refugio, hospitales durante la guerra, y las huellas de los terribles bombardeos todavía muy visibles en la ciudad. También las cárceles y lugares de reclusión habilitadas para ejercer una represión brutal tras la victoria franquista. Las violaciones y los suicidios de mujeres una de sus caras más crueles. Una memoria silenciada tras muchos años de democracia desde las instancias oficiales (léase ayuntamientos con mayoría socialista) y solo visible en jornadas como éstas, donde la ARMHC de Cuenca se vuelca en el rescate de la memoria frente al olvido. Resulta incomprensible la ausencia del alcalde y otras autoridades de la Junta de la Comunidad manchega, acompañando a los visitantes que hoy se interesan por la suerte de sus padres, abuelos, y otros familiares que vinieron de muy lejos y dejaron su vida aquí por la libertad, combatiendo el fascismo que ya incendiaba Europa. Una ausencia lamentable desde el punto de vista institucional, cultural, y democrático.
Nos emociona especialmente la visita al Hospitalillo. Vuela la imaginación, también las preguntas hoy todavía sin respuesta. Sabemos, gracias a la ARMHC que Juan ingresó herido el 25 de abril en el Hospital de las Brigadas Internacionales en Tarancón. Lo haría junto a brigadistas de Estados Unidos, Francia, Italia y Bulgaria, también le acompañaban compañeros españoles heridos de la 24 Brigada. Hay que recordar que de los más de 1.150 heridos que pasaron por Tarancón, unos 500 eran españoles. ¿Qué hizo Juan desde abril hasta su alta en el mes de septiembre en este entorno?
Caben muchas historias junto a las imágenes icónicas que hoy reivindican el Memorial del Hospitalillo. Nos indigna el intento de los fascistas de nueva planta que han intentado sabotear la visita a la entrada del refugio. No conocen el material y los genes de los descendientes de los brigadistas. En pocos minutos queda limpio para poder tomar algunas imágenes. Memoria indómita. Ayuntamiento negligente.
Por la tarde hemos tenido el privilegio de acompañar a Amparo, la hija de Dositeo Moreno Barrios, por el barrio donde ella vivió. Ella nació en el refugio antiaéreo de Tarancón, pocos días antes de que su padre marchase hacia el frente de Aragón en noviembre de 1937, y acabase asesinado en Mauthausen. Hacemos este recorrido de la mano de la bisnieta Hel·lena, que paso a paso, reconstruye esta historia singular de su bisabuelo Dositeo. Tal como ella afirma hemos querido rescatar la imagen con la placa que le nombra y recuerda desde 2017, muy modesta, para que su historia no se olvide. También dejamos en el aire la pregunta ¿llegaron a verse Juan y Dositeo en Tarancón el año 1937?
Sábado 22, valle del Jarama. Llegamos a la cita del inicio de la XIII Marcha Memorial, Jarama 2020, en San Martín de la Vega a las diez de la mañana. Mucha gente, profusión de banderas tricolores y estandartes de las Brigadas Internacionales de distintos países. Entre ellas las escocesas, irlandesas, canadienses, norteamericanas, italianas y españolas que ayer nos acompañaban en Tarancón. Almudena Cros, la presidenta de la AABI, encabeza la marcha en el poblado de la Boyeriza, con indicaciones muy precisas “esto es un cementerio, un memorial, hay que guardar un gran respeto”, también sobre la necesidad de evitar pisar los sembrados. Miguel Ángel García, explica el recorrido y las trágicas jornadas del 10 al 11 de febrero de 1937, en el puente de Pindoque, cuya defensa fue encomendada a una compañía del batallón franco-belga (André Marty) de la XII BI. Relatos trágicos en vidas humanas de unidades españolas e internacionales para resistir y frenar el avance franquista. La presidenta del AABI reivindica la resistencia de la ciudad de Madrid, y el soporte de las BI, “jamás olvidaremos su gesta”, afirma con contundencia en inglés y en español. Más de 1.000 personas han acudido a la cita de este año, mucha gente joven. Intercambio de correos con familiares de la XXIII para contactar con historiadores que puedan aportarnos mayor información de la XXIV, la Brigada Mixta donde Juan Hernández estuvo encuadrado, antes de ser herido y evacuado a Tarancón.
Emociona contemplar el valle, el río que discurre, el puente destruido, las colinas a derecha e izquierda, y los cánticos y la música de fondo de los hijos, hijas, nietos, nietas, amigos y amigas de los brigadistas completando el recorrido. Imposible no emocionarse. Las únicas cámaras y medios son los que han traído y acompañado a las entidades de los brigadistas, algunos desde Canadá. Un silencio e ignorancia insoportable que intentamos suplir en crónicas apresuradas como ésta para poderlas divulgar en las redes.
La Jornada de fraternidad y memoria continúa ahora en el Auditorio de San Martín de la Vega. El espacio escogido se ha quedado pequeño para dar cabida a toda la gente. Los más jóvenes deben ceder sus lugares para facilitar el acomodo de los más veteranos. Hay parlamentos, muchos, entre ellos del concejal del Ayuntamiento de San Martín de la Vega, anunciando un próximo Memorial en esta zona. Almudena Cros, con gran capacidad y energía, traduce y administra con soltura las diferentes intervenciones y la suya propia. Es la única mujer en la tribuna. Encontramos a faltar algún o alguna representante del nuevo Gobierno progresista, una ausencia clamorosa. Hoy era un día muy especial. Así llegamos a la hora de la comida, compartiendo mesa con nuestros amigos entrañables de “Salvemos Carabanchel” Jesús, Isabel y Julián, veteranos de muchas luchas comunes.
Los días siguientes, aún con las emociones a flor de piel, y siguiendo el itinerario diseñado por Consol, contemplamos la obra universal y siempre actual de Goya, Los desastres de la guerra, y las Mentiras de Franco de Antonio Saura. También la impresionante pintura Un Mundo de Ángeles Santos Torroella, perteneciente a la generación del 27, así como algunas obras de Maruja Mallo y Remedios Varo, rescatadas recientemente de los depósitos donde aún se encuentran desterradas muchas mujeres pintoras. Junto a la mirada de Ceija Stojka, la obra de la pintora romaní que quiso rescatar de su memoria mediante la escritura, dibujo y pintura, lo que vivió en los campos de exterminio nazi.
Madrid es también Lavapiés, y las múltiples iniciativas auténticamente emprendedoras. Como la de la gente de ECOOO, con 15 años de existencia impulsando la revolución solar. Una gran familia de la que modesta y orgullosamente formamos parte. Una gran suerte compartir con Aurora y Ester los proyectos y sueños, como este real de la primera instalación colectiva de autoconsumo. Caminos de fraternidad sin prejuicios ni fronteras que nos gusta transitar entre Madrid y Barcelona.
Terrassa, 25 de febrero 2020
Enlaces: información sobre el estreno del Documental Lo perdido
https://viajedemaria.wordpress.com/ este es el del blog del proyecto.
Viernes, información sobre el acto de homenaje a los Brigadistas Internacionales escoceses
Dositeo Moreno, taranconero muerto en Mauthausen
Sábado, Valle del Jarama
Manifiesto Fossar de la Pedrera
https://drive.google.com/file/d/1ZeQ85EIPw_ylivwKQEybPvyWZg0xlYeS/view
El libro de Juan
Una respuesta a “Itinerario de la memoria, Utiel, Tarancón, valle del Jarama y Madrid”